El consumo de tabaco es considerado
como una epidemia debido a su propagación global la cual se ve facilitada por una diversidad de factores
complejos con efectos transfronterizos. En respuesta a esta problemática, la
Organización Mundial de la Salud creó el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT OMS), en el cual se establece la importancia de las estrategias de
reducción de la demanda, además de cuestiones relacionadas con el suministro
del tabaco.
El Convenio está integrado por
168 países, siendo el más ampliamente aceptado en la historia de las Naciones
Unidas. México forma parte de este tratado desde el 2003.
Entre las disposiciones que
propone el Convenio para la reducción de la demanda son:
- Protección contra la exposición al humo del tabaco;
- Reglamentación del contenido de los productos de tabaco;
- Reglamentación de la información divulgada por los productos de tabaco;
- Empaquetado y etiquetado de los productos de tabaco;
- Educación, comunicación, formación y sensibilización pública;
- Publicidad, promoción y patrocinio del tabaco; y
- Medidas de reducción de la demanda concernientes a la dependencia y cese del tabaco.
Las
disposiciones para la reducción del suministro son:
- Evitar el comercio ilícito de productos de tabaco;
- Prohibir ventas a y por menores; y
- Prestación de apoyo para actividades alternativas económicamente viables.
En México, el tabaquismo es un
problema de salud pública, ya que, según datos de la Encuesta Nacional deAdicciones publicada en el año 2011 (ENA), se reporta una prevalencia de
consumo activo de 21.7 % y una prevalencia de exposición al humo de tabaco
ambiental (HTA) en personas no fumadoras (fumadores pasivos) de 30.2% . Esta
exposición es más frecuente entre la población joven.
Algo que se observó en esta encuesta
fue el aumento en la prevalencia de fumadores adolescentes en el periodo de
2002 al 2011, de 9 % al 12.3 %. Si observamos
la prevalencia en 2011 para cada sexo, podemos apreciar que el 16.4 % de los
hombres adolescentes y 8.1 % de las mujeres adolescentes fuman. Además, 36.4 %
de los adolescentes que no fuman están expuestos a HTA (38.4 % de los hombres y
34.6 % de las mujeres), siendo el hogar el principal sitio de exposición.
Por otro lado,
el embarazo adolescente aumenta el riesgo para la madre, además de tener una
mayor probabilidad de que el bebé registre bajo peso al nacer y consecuencias a
largo plazo. En México, según datos del INEGI, del 2009 al 2014 hubo 747 450
embarazos en mujeres de 15 a 19 años. Si aunado a esto la mujer fuma o
está expuesta al HTA el riesgo aumenta de manera considerable.
Ante esta situación, México ha establecido la
Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) para
reducir su prevalencia, mediante una serie de estrategias que contemplan el desarrollo
humano, las oportunidades laborales, la educación, promoción de métodos
anticonceptivos e incremento en la calidad de los servicios de salud sexual y
reproductiva.
Con respecto a los avances en el
control del tabaco, dándose cumplimiento con el Convenio Marco, se cuenta con
una Ley General para el Control del Tabaco, en beneficio de los no fumadores,
la no venta a los menores de edad, la presentación de pictogramas en las
cajetillas y los impuestos a los productos del tabaco. Y para el monitoreo y
vigilancia se ha implementado La Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos.
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